Las relaciones personales parecen ser un rompecabezas. A menudo decimos que son difíciles, sin caer en la cuenta de que tal vez las personas somos “difíciles”. Buscamos gente que cumpla nuestras expectativas, y que nos hagan felices; y esta perspectiva no realista activa infinidad de conflictos. Es como si renunciáramos a ser dichosos por nosotros mismos, y en su lugar pusiéramos en manos ajenas las propias esperanzas de bienestar.
Si estás en esa época en la que quieres buscar al amor de tu vida sigue estos consejos:
- Dejar de buscar.
- Después de una ruptura, hacer una “dieta de relaciones”, darse tiempo y espacio.
- Recuperar la energía física y el equilibrio emocional.
- Aprender a estar solo sin que ello sea doloroso o traumático.
- Ordenar el espacio emocional propio y clarificar valores.
- Prepararse para una nueva relación.
- No perder nunca “la inocencia” y frescura para empezar de nuevo.
- Confiar en que todos merecemos ser plenamente amados.
Si nos saltamos el proceso de cambio, y no hay una verdadera transformación personal, en la nueva relación aflorará el temor de revivir experiencias anteriores, y la carga de dolor nos perjudicará notablemente.
Llegar a tolerar, incluso amar, estar solo, y sentirse bien, es un gran logro personal. Por esa razón, no es aconsejable empezar una nueva relación justo al terminar otra.
Buscar la pareja ideal, o el amigo ideal, sería tanto como buscar una aguja en un pajar. Buscar la pareja ideal, o el amigo ideal, sería tanto como buscar una aguja en un pajar. No puede buscar una relación, todo lo que puede hacerse es crearla.